Historia de la educación superior

La historia de la educación superior la describe Rodrigues Dias (2021), como un área basada en los principios directos sobre la línea del pensamiento de Paulo Freire. Sin embargo, no es hasta la III CRES (Conferencia Regional de Educación Superior) en 2018 que se destacan aspectos sobre el origen de las universidades:

  • La educación superior debe ser conceptualizada como un bien público
  • Hoy en día, la principal función de la educación superior es formar ciudadanos conscientes, proporcionándoles un entorno continuo de aprendizaje de alta calidad. Las instituciones de educación superior deben fomentar un pensamiento crítico a través de la promoción de la verdad y la justicia. Esto requiere salvaguardar las libertades académicas y la autonomía
  • Los estudiantes deben ser la principal preocupación de los responsables de la toma de decisiones a nivel nacional e institucional. Ellos son los protagonistas fundamentales en la renovación de la educación superior
  • La pertinencia, participación en la búsqueda de soluciones a los grandes desafíos de la sociedad, integración en un mercado laboral donde las necesidades sociales son prioritarias, y contribución al desarrollo integral del sistema educativo son aspectos cruciales para las instituciones y sistemas de educación superior. Sin embargo, estas acciones siempre deben estar alineadas con los objetivos y necesidades de la sociedad a largo plazo, lo que incluye el respeto por las distintas culturas y la preservación del medio ambiente

Debate de 1990

En el discurso sobre el presente, pasado y futuro de la educación superior en el mundo, no se tiene la intención de abordar completamente este vasto tema en tan solo unos minutos. Sin embargo, al conmemorar los treinta años de Educación Superior y Sociedad, la reflexión sobre el pasado y observación que muchos de los temas debatidos ya estaban presentes en los inicios de la revista.

En 1989, la UNESCO y la Conferencia Internacional de Educación de Ginebra examinaron la situación de la educación superior, lo que llevó a la creación del programa UNITWIN / Cátedras UNESCO en 1991, un documento de política en 1995 y la primera Conferencia Mundial de Educación Superior en 1998. Durante este tiempo, se fortalecieron las redes universitarias y surgieron asociaciones regionales como la Asociación de Universidades Amazónicas y la Asociación de Universidades Agrupaciones de Montevideo.

Eventos como los seminarios en Caracas, Dakar, Bristol y Armidale destacaron la creciente conciencia de la importancia tanto de la relevancia como de la calidad en la educación superior, reconociendo que ambas son indispensables una para la otra.

Historia de la educación universitaria en África y Asia

Los debates sobre educación superior en América Latina y el Caribe se reflejaron en la revista Educación Superior y Sociedad. En África, se destacaron las deficiencias como la falta de relevancia de la formación extranjera para las realidades locales, la división artificial de disciplinas y niveles educativos, el desequilibrio entre ciencias y humanidades, y la orientación de la investigación hacia la publicación en lugar de la solución de problemas concretos, adaptando sistemas europeos a realidades culturales distintas.

En Asia y el Pacífico, se resaltó en una reunión regional en Australia en 1990 la importancia de la movilidad académica, la innovación y el espíritu empresarial universitario. Países como Corea, Malasia y Tailandia, que invirtieron en educación superior, mostraron un crecimiento significativo y fomentaron la movilidad social.

Todos los países buscaban aumentar la cooperación con el sector productivo, pero la privatización de instituciones educativas públicas en países como Tailandia, Indonesia y Japón no mejoró la calidad educativa. Este tema sigue siendo relevante hoy en día.

Hit et nunc y el pasado

En la década de los setenta, algunos psicólogos cuestionaron la relevancia de explorar el pasado, enfatizando en la importancia del presente para tomar decisiones que mejoren la sociedad. Aunque el conocimiento del pasado puede prevenir errores, es esencial centrarse en soluciones actuales, como lo demostraron diversas universidades de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, en Francia, muchos estudiantes enfrentaron obstáculos para adaptarse al aprendizaje a distancia durante el confinamiento a causa del COVID-19. Además, la situación exacerbó desigualdades estructurales y desafió a los profesores a ajustarse a nuevos métodos.

La pandemia también reveló problemas como el aumento del desempleo entre los estudiantes y la falta de interacción social y recursos básicos, como comedores universitarios y acceso a bibliotecas y laboratorios. Aunque se ha discutido ampliamente el impacto de la pandemia en la educación superior, es importante destacar que la enseñanza a distancia ya era una tendencia creciente en muchos países. Sin embargo, es crucial que las nuevas tecnologías se utilicen para democratizar la educación y mejorar el acceso, en lugar de comercializarla aún más.

Tercera CMES (Conferencia Mundial de la Educación Superior)

La UNESCO celebró en mayo de 2022 el Tercer Congreso Mundial de Educación Superior, inicialmente previsto para octubre de 2021, pero pospuesto debido a la pandemia. El objetivo del tercer día fue reforzar la idea de que la educación es un bien público, democrático y accesible a todos, y promover la independencia de la educación y crear personas críticas que se vuelvan activas en la sociedad.

Advirtió sobre la influencia de intereses comerciales en la educación, subrayando la importancia de la participación de América Latina en estas conferencias y la necesidad de mantener las prioridades adoptadas en conferencias anteriores. A lo largo de la conferencia se enfatizó la importancia del seguimiento para garantizar que los valores y principios de la UNESCO se vean reflejados en el documento final y que la educación superior siga siendo un interés público y trabaje para crear sociedades justas.

Elementos de la declaración de la CMES (Conferencia Mundial de la Educación Superior) de 1998

El acceso equitativo a la educación superior es fundamental, basado en el mérito y sin discriminación, con un enfoque en fortalecer la participación femenina. La educación superior debe priorizar la formación ciudadana a través de un aprendizaje continuo de calidad, fomentando un espíritu crítico y ético, respaldado por la libertad académica y la autonomía institucional. La calidad debe abarcar todas las funciones, destacando la investigación, y los estudiantes deben ser el foco de las políticas educativas, con un énfasis en la diversificación de los sistemas y la mejora del personal. La integración de nuevas tecnologías, la consideración de la educación superior como un bien público y la promoción de la dimensión internacional son esenciales. Además, la relevancia se mide por la contribución a resolver los problemas sociales, la inserción laboral y el respeto por el medio ambiente.

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