Educación y tecnología

Entrevista a Francisco Vejar

En esta ocasión tuvimos el gusto de conversar con Francisco Vejar, director ejecutivo del Instituto de Robótica en Chile sobre la educación y tecnología. Ha participado en varios proyectos educativos y tecnológicos.

P: ¿Qué es lo que te ha motivado a realizar estos proyectos? ¿Qué hizo que te decidieras en estos dos rubros ‘educación’ y ‘tecnología’?

R: Bueno, un fuerte saludo para la audiencia de tu programa, muy contento de ser invitado a esta jornada. Principalmente respondiendo a tu pregunta, lo que me inspira a pertenecer a este mundo de educación y formación de alguna manera llevando las dos áreas, una cosa educando niños y otra cosa formando docentes, formando profesionales que les permita tener diversas herramientas aplicadas o metodologías para los desafíos actuales es el hecho concreto de que yo creo que Latinoamérica es el pilar fundamental de un cambio en la educación en habla hispana y tal vez en todo el mundo.

Yo creo que es la herramienta que permite tener cambios sostenibles desde lo social, económico e incluso desde lo político. La medida en que un ser humano puede distinguir, puede identificar y darse cuenta de lo que está ocurriendo e intentar cuidar lo que pueda pasar a futuro.

Si nosotros no nos educamos precisamente desde un tema sencillo. Para mí educar es hacer mejores personas, que sean personas más fuertes, con más valores y mayores conocimientos para que puedan tomar mejores decisiones con liderazgo y entiendan que esas decisiones los afectan tanto a ellos como a las personas que los rodean.

Es por construir un mundo mejor, tal vez no vamos a hacer una decisión económica. Hay personas que no tienen muchos estudios o una educación fondo y no pueden administrar correctamente los problemas. Eso se ve muy fuerte en Latinoamérica, somos una región que necesita mucho crecimiento intelectual, emocional, espiritual y social.

Yo creo que la educación es el cofre que debemos abrir para empezar a cultivar más y apostar a la gente que está en empresas de educación y tecnología, es apostar a estos cambios.

P: ¿Cuándo empezó en particular esto del instituto de robótica? ¿Cómo empezó ese desarrollo?

R: Bueno, Oscar Iraira que es socio y co fundador del Instituto de Robótica era muy joven y le gustaba mucho la electrónica. En una ocasión él participaba en virtud de sus intereses para construir un instituto de routing.

Era un joven de 19 años y carecía de ciertos conocimientos y herramientas para formar un proyecto tan ambicioso. Entonces empezamos a trabajar en conjunto para cambiar los paradigmas de la educación. Nos propusieron hacer un instituto y me acuerdo que algunos amigos me cuestionaron inmediatamente del ¿Por qué me estaba asociando con un joven de 19 años? Y sabes, al final fue algo muy intuitivo por los rasgos que tiene hasta hoy en día Oscar.

Comenzamos el proyecto y ¿Sabes qué? El primer trimestre ya nos estaba yendo muy bien, en conjunto comenzamos a gestionar, construir ideas, crear programas educativos, plantearnos nuevas ideas. Obviamente contaba con el respaldo de otros consultores en educación como capital humano y se fue dando de una forma bien espontánea con mucha energía, entendimos que el tema tecnológico estaba arrasando y está arrasando.

Es algo que parece no está despertando en Latinoamérica, la tecnología avanza de forma dramática en el trabajo y la educación no despierta. Los avances tecnológicos son muy fuertes en comparación con el nivel de respuesta que tenemos los equipos docentes e instructores. Pero, estamos en un mundo donde los conocimientos de los niños no van a ser prácticos, en esa misión estamos desde un inicio con propósitos muy grandes a nivel latinoamericano.

P: No tienes una formación docente, pero ¿Has dado clases o te dedicas más a la parte de cursos?

R: Tengo bastante experiencia como consultor, hemos capacitado a más de 300 docentes, provincias completas en donde se juntan todos los colegios públicos. El sistema mexicano y chileno no son iguales, pero tienen elementos similares.

En este sentido, estudiamos el sistema metodológico de las clases magistrales en el que usamos herramientas para entrenar al docente y con esto lograr un impacto en el conocimiento que genera en los alumnos de manera efectiva como de contenido si es que se utiliza esta herramienta para mejorar la experiencia educativa. Tomando el rol que tengo en el Instituto de Robótica como directivo, me gusta mucho participar de los procesos de entrenamiento con los equipos docentes.

P: ¿Qué les podrías decir a los docentes que tienen una trayectoria un poco más larga?

R: Bueno, en el año 2018 encontramos un modelo bastante simplificado para poder ordenar los paradigmas sociales de los participantes más activos que son el docente y el alumno.

Tenemos que partir de un reconocimiento, un redescubrimiento del potencial creativo que tiene la mente humana. Por ejemplo, algo que siempre trato de transmitir es que no podemos pensar que educar programación es una actividad para jóvenes, los niños pueden aprender a programar e inteligencia computacional porque son ejercicios mentales que deben estar completamente representados en el mundo que van a vivir. Tenemos paradigmas en donde pensamos que un niño por ser muy pequeño no puede aprender ciertas cosas, eso debemos erradicarlo, el lenguaje de programación es un idioma que se puede aprender tan fácil como el español o inglés, claro que depende del entorno en el que nos desarrollamos.

Por otra parte, también necesitamos que el docente rompa esos paradigmas entendiendo y reconociendo que los docentes tienen una carga laboral muy pesada. El trabajo del docente no termina en el aula, llega a la casa a corregir tareas, a pensar en el alumno y queda muy preocupado por una situación emocional, porque se entera de la situación social de un alumno.

La vida mental de un docente es muy exigente desde el punto de vista emocional y sentimental, no sólo tenemos que preparar herramientas para entrenar la experiencia interna sino también se necesita la sensibilidad del docente para encontrar las metodologías adecuadas. Educar es generar mejores personas y una mejor persona se siente bien, está más feliz e inspirada cuando llega a su aula con los estudiantes para propiciarles una experiencia emocional e intelectual.

P: ¿Cómo podemos hacer esos pequeños cambios para que la escuela no sea un sistema cerrado?

R: Algo que siempre transmitimos con Oscar en nuestras conversaciones y en nuestro podcast, cuando llegamos a hablar de robótica sabiendo lo importante que es la automatización en la transformación digital que está ocurriendo en el mundo, hay mucho directores que parten desde el piso 0 del edificio como decimos nosotros, necesitamos partir desde el -3, -2 porque en la robótica hay muchas unidades directivas y debería considerarse al nivel del taller de ajedrez o de fútbol.

No le quiero quitar un nivel ni al deporte o las artes, pero la tecnología va a dejar al mundo sin trabajo. Es una revolución industrial que ya está ocurriendo, según un estudio del web, más de un 50% de las posiciones laborales de Latinoamérica ya son posiblemente reemplazables por maquinaria y tecnología que existe. Las escuelas muchas veces no comprenden que esto no es una moda, en Latinoamérica no entendemos que la tecnología no es un estilo de vocación es, la educación del presente y futuro.

Nos pasa que muchas veces debemos lidiar con esos paradigmas, en Chile no todos los colegios tienen robótica y muchas veces la robótica que tienen está sustentada en juguetes y en marcas que buscan que los niños participen en juegos o torneos. Nosotros buscamos que el niño prototipe, que aprenda un idioma que le permita generar herramientas y competencias efectivas para un mundo donde tendrá mucho por desarrollar.

Algo que debemos entender es que esta es una herramienta funcional no sólo para los que van a estudiar ciencias tecnológicas, sino también para un médico que opere mediante un robot da Vinci. La robótica entra en todos los sectores y debemos romper con el paradigma de que solamente es para los nerds, porque la realidad es que es un área para todos.

P: ¿Cómo se llega al punto de saber lo que necesitamos para llegar a la estructura empresarial?

R: Bueno los negocios tienen dos dominios muy importantes, los estructurales y dinámicos. Los primeros tienen que ver con que tú planifiques y organices bien, esto va desde el plan de negocios, estrategia corporativa, tu ruta de organización e identidad estén correctamente definidas. Hay que entender que una organización por sí sola no existe, somos personas que decidimos organizarnos por nuestra voluntad, nuestra energía, nuestro ánimo.

Comenzamos a realizar acciones que nos permiten constituir algo que se percibe como organización, pero en sí la organización se constituyen de personas, por eso tienen sus líderes. Si el líder es mediocre, vamos a tener una organización mediocre, entendiendo al mediocre del etimológico mediocris dejando la roca a medio camino, no es necesario llegar al final de la montaña. Entonces, lo que hay que apostar es en el factor humano, en las estrategias motivacionales que son finalmente los combustibles que le va a dar energía a todo el motor intelectual que tienen en los negocios de la organización, es decir, que ese plan de negocio tenga vida va a depender de su combustible intelectual.

Como dice Humberto Maturana, somos seres emocionales que ocupamos la razón para justificar nuestros actos emocionales, no somos seres racionales directamente hablando. Somos seres que ocupamos la razón para justificar y tratar de entender nuestros actos emocionales, entonces si no nos vamos al fuero de la emoción, difícilmente los estándares de la organización va a ir elevándose. Lo primero que necesitamos es entender ¿Cuál es el corazón de mi marca? Lo que me mueve y el aliento que me da vida, es decir, lo que me deja decir ‘quiero crear esa organización’.

P: ¿De dónde surge el proyecto Jet que tienes?

R: Bueno, Jet es una derivada que creamos de un programa de emprendimiento, precisamente es la mirada del emprendimiento de negocios pero enfocada hacia los jóvenes emprendedores en el área tecnológica. Nos enfocamos en esto porque entendí junto con Oscar que también el joven emprendedor tecnológico tiene ciertas condicionantes que no son tal vez las mismas de un emprendedor de productos de vestimenta porque tienen condiciones muy particulares como es atreverse a presentar un prototipo tecnológico.

P: Dentro del Instituto de Robótica, ¿Cuáles son las opciones que pueden tener los docentes?

R: La invitación es que los docentes tengan herramientas y generen competencias para el mundo tecnológico que está sucediendo y va a ser muy dominante. Esto no exime las áreas artísticas, ni deportivas porque nos damos cuenta que incluso los árbitros ahora pueden ser reemplazados por parte fija de la tecnología.

La pregunta es ¿Tenemos la herramienta?, ¿Estamos preparados para este mundo?, ¿Estamos actuando a la velocidad en que la tecnología se mueve? La tecnología se mueve a 500 kilómetros por hora y la educación se mueve a 30 o 50 kilómetros por hora. Tiene que haber una preparación, una actualización para los docentes, por eso es que las metodologías de hoy en día como el aula invertida son muy eficaces porque finalmente hay una temática en la que es muy probable que el alumno tenga más conocimientos que el profesor.

P: ¿Recuerdas a algún profesor por su buena labor?

R: Bueno yo tengo una base de pensamiento muy filosófico, siempre me he cuestionado el por qué de los sucesos, la profundidad que alcanzan y los impactos que tienen en la vida humana. En ese sentido yo creo que tengo grandes recuerdos de distintos maestros y profesores que marcaron mi vida pero voy a ser bien drástico con esto, yo creo que recuerdo a quienes me ayudaron en mi formación de carácter.

De hecho me acuerdo mucho de la clase de historia por la bondad, sensibilidad y determinación de mis profesores. Recuerdo que en filosofía o en sociología salía con malas notas pero recuerdo la dedicación, vocación y entrega de mis profesores porque todas esas cosas definieron no el ¿Qué voy a entregar? sino el ¿Cómo lo voy a entregar? Si yo soy profesor creo que tengo un deber que es hacer sentir la existencia del niño pero si no la siento yo, difícilmente voy a proyectar eso.

P: Finalmente, si pudieras cambiar algo de la educación ¿Qué cosa sería?

R: El sueldo de los profesores de Latinoamérica para que tengan una vida estable. El profesor debe de estar tranquilo, debe estar en la jerarquía más alta de la calidad profesional e intelectual, así como la calidad del salario porque dedican su mente, su espíritu y su alma a la educación.

He leído en varias partes que en Japón los únicos que no dan reverencia al emperador o al presidente son los maestros porque gracias a estos se construye el Estado. Hay una valorización, un respeto a quien entrega la vida por educar a otros, eso es construir una autoridad sana desde la calidad del conocimiento y la sabiduría.

Aprendemos enseñando.

Fundación Kichihua agradece mucho el tiempo que nos regaló Francisco Vejar para realizar esta entrevista y establecer un diálogo sobre educación, tecnología y la importancia de ambas áreas en la sociedad a nivel Latinoamérica.

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