Educación para adultos

Entrevista a Juan José Vergara

En esta ocasión tuvimos el gusto de conversar con Juan José Vergara, especialista en innovación educativa y metodologías activas, formador docente y pedagogo especializado en educación para adultos, sobre educación para adultos.

Actualmente trabaja en evitar que se pierda la conexión entre la innovación y educación, así como el compromiso social.

P: Hemos aprendido que cada aula es un universo distinto, cada contexto es diferente. ¿Qué tanto difiere en este tipo de educaciones?, ¿Cuáles son las diferencias que has encontrado a lo largo de tu carrera? Y ¿Por qué te has decidido por la educación para adultos?

R: Me comprometo con la educación para adultos porque vivo un contexto, sobre todo al inicio de mi carrera como docente. En el contexto español es bastante común que las reformas después de una dictadura en donde nos reencontrábamos con autores pedagógicos de lo que nosotros llamamos la escuela nueva y algunos autores españoles que eran bastante comprometidos con comprender a la educación.

Hay una cosa que me gustaría decir, yo defiendo mucho que hay que infantilizar la educación en el sentido de que ¿Qué hacen los docentes infantiles? Yo creo que son los grandes expertos y expertas en educación porque son capaces de decir: yo quiero hacer esto y para hacerlo tengo esta herramienta, en cambio cuando llegan a otros niveles como la universidad, de repente parece que la clase magistral es la que impera y yo siempre les digo que debemos hacer rutinas de pensamiento y ser capaces de trabajar cooperativamente, de gamificar, todo esto de la educación infantil.

También creo que es un gran error hacer caso a los gurús de la educación, hay que tomar lo que te dicen y reconocernos como expertos del aula porque quienes conocen a los alumnos y el centro educativo, son los docentes. Entonces lo que te dice el experto de turno sobre algún tema, debes ponerlo encima de la mesa, conéctalo con tus alumnos, con lo que tú observas y luego reconócete siendo el experto o la experta del aula.

P: Entonces, en ese sentido ¿Cuál consideras que es la labor del docente?

R: Un docente, ¿Cuál es su labor? Pues yo creo que lo que tiene que ser es un provocador, es decir, alguien que provoca experiencias de aprendizaje. Mueve el suelo debajo de los pies de un aprendiz de tal manera que no le quede más remedio que hacer algo y ese algo es hacerse preguntas y buscar respuestas para esas preguntas.

Si conseguimos mover el suelo para que un alumno se haga preguntas y busque respuestas a esas preguntas, estamos generando el aprendizaje y eso es si somo capaces de asumir que nuestra tarea es no ser un transmisor del conocimiento, eso es una mentira, en términos sociológicos y pedagógicos no tiene ningún sentido. El único sentido que tiene ser educador es ser capaz de provocar aprendizajes, a veces hay que divertir y molestar para mover el suelo debajo de los pies para que hagan preguntas y busquen respuestas los alumnos.

P: Bajo la filosofía de ‘vamos a ponerlo en práctica’ ¿Cómo abordas una nueva situación?, ¿Cuáles serían los pasos que deben seguir los docentes para crear una nueva experiencia educativa?

R: Mi opinión desde la práctica educativa es que necesitamos reencontrarnos con la realidad del que aprende, es decir, normalmente suele ser que el alumno dice cosas del contenido y debería ser un camino contrario. El camino debería de ser ¿Qué dice le contenido del aprendiz?, ¿Dónde lo puede ver en su realidad cotidiana?

Puede ser de cualquier realidad, por ejemplo, de la llegada del hombre a la luna. Le dices esto al alumno y te responde ¿Y a mí esto qué me importa? Esto es porque no ha tenido una conexión con el alumno y el contenido, esta es una tarea que tenemos pendientes como maestros derivada de una visión tecnocrática de la educación que surge a partir de los años 70’s porque fue cuando se impusieron los temas.

De esto aprendimos que los conocimientos deben estar al servicio de los que aprenden, entonces el docente debe ser alguien capaz de provocar experiencias que hagan darse cuenta al alumno que los conocimientos no están fuera de su vida y esto hará que se formulen preguntas para buscar preguntas, siendo esto el inicio de un proyecto.

P: ¿Consideras que aunque existan conocimientos que al alumno no le gusten de todos modos deban enseñarse?

R: Claro, yo creo que no hay que ser fundamentalista en esto de la educación. Fundamentalistas son los iluminados tomando clase en su vida y que se han puesto a redactar sobre educación, entonces ya hablan sobre cosas que saben sobre educación.

Eso no tiene mucho crédito, lo que verdaderamente tiene crédito es hacerse preguntas. Los alumnos tienen que aprender cosas, la memoria es importante, el entrenamiento es importante; tú puedes hacer que el alumno se de cuenta que todo es importante, para ello el docente debe ser libre de la realización de proyectos y buscar aquellas herramientas que vayan de acuerdo al propósito. Por eso es que decía que hay que infantilizar la educación, porque disponemos de una gran paleta de herramientas pedagógicas en función del propósito que quiero y el propósito puede ser que conecten con su realidad, con su vida y que se hagan preguntas.

Esto puede ser desde la gamificación para que los alumnos se entretengan o una clase magistral bien dada. A todos nos ha pasado que cuando se nos explica algo bien, quedamos sorprendidos ahora, ¿Te imaginas que le dieran una clase maravillosa de 6 horas de lunes a viernes? Hay que jugar con los contenidos porque hay cosas que hay podemos quitar pero también existen otras que debemos conservar como las tablas de multiplicar.

Existen herramientas para memorizar, entrenar, generar pensamiento crítico, el problema que no hay diseños didácticos que legislativamente se avalen de una manera clara a los sistemas educativos. También la memorización y saber conectar es importante.

P: Vez que tú, docente eres apasionado y conectas con un alumno aunque sea un tema que no le guste puedes llegar a entenderlo. Hablando de esas herramientas, tenemos el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) ¿Nos podrías hablar un poco sobre qué es el ABP?

R: De manera muy resumida, es entender que el aprendizaje debería ser un acto natural y desgraciadamente el aprendizaje se ha convertido en un acto tecnificado y ha perdido la naturalidad del aprendizaje. Cuando tú aprendes algo es porque te haces preguntas en relación a algo, porque conecta con tus necesidades y porque buscas las respuestas de algo. Lo que no puede ser es que tú intentas aprender algo y el que te acompaña en el aprendizaje te diga, tranquilo ya sabrás en unos años lo que sirve cuando vayas en la universidad.

El ABP es el aprendizaje basado en sentido común, habla de ti y tus necesidades. Es una indagación a buscar respuestas concretas que tienen que ver con tu historia, además el aprendizaje no es lineal, es una forma de historia, una narración, un diseño didáctico que busca generar una experiencia de aprendizaje, una necesidad de aprender y meterlo en una narrativa que le obligue al alumno a cuestionarse e indagar sobre las preguntas.

Para lograr esto, se requieren los contenidos curriculares y a partir de ahí se obtiene una actividad final, esto es el ABP, una narrativa de que algo pasa, me hago preguntas, las contexto y respondo. Eso es el Aprendizaje Basado en Proyectos.

P: En tu página hemos visto proyectos que nos han llamado la atención, como el viaje de los refugiados en donde los alumnos tenían unos pasaportes, tenían que ir a ciertos países y dependiendo de su pasaporte les daban entrada o no y al final se preguntaban ¿Qué habían sentido con eso? Otro proyecto era con materiales representativos de ciertas comunidades y podían ponerlas dentro de un mapa para identificarse con cada una de estas, incluso con la familia, la casa, el barrio, etc. Este marco de justicia social sobre estos ejemplos o algún otro ejemplo que te venga a la mente, ¿Podrías describirnos algunas de estas actividades que has desarrollado para que los docentes puedan llevarse algo de esta metodología aplicada?

R: Yo he ido incorporado proyectos de acuerdo a las miradas que van generando, yo creo que una idea interesante que a mí me ha motivado en la educación y me ha resultado interesante es que lo mejor que podemos hacer con un alumno es abrirle los ojos y abrirle los ojos es generar la capacidad de que el alumno se haga preguntas. Hacerse preguntas tiene que ver ser capaz de mirar la realidad y comprenderla a partir de indagarla, esto es un tema que exige que el aprendizaje deje ser transmisivo y pase a otros niveles.

Hace tiempo que llevo trabajando con educadores en formación y viajo mucho, reconozco que me gusta mucho ser viajero y me exige mucho esfuerzo porque a nadie le gusta salir de casa. Te das cuenta que cuando haces una evaluación y los alumnos te miran, de repente te cambia la vida porque algunos proyectos son interesantes. Lo que sí creo es que los proyectos tienen una finalidad, además de ser un recursos para trabajar contenidos curriculares, tienen que servir para trabajar una idea de educación.

Para mí esto es importante y la idea de trabajar con la educación tiene que verse relacionado con conceptos como la justicia social, en donde debemos entender que tenemos que reconocernos en la igualdad, acceder a la participación en la toma de decisiones, debemos tener un contexto que nos permita a todos vivir en un marco de justicia y eso necesita un cambio de mirada. El enfoque basado en proyectos yo creo que lo permite pero para eso hay que generar proyectos como detonantes para que los alumnos se hagan preguntas y viajen en ese sentido.

P: Tuvimos una plática con un docente en uno de nuestros eventos dentro de la comunidad en donde nos platicaba sobre ¿Cómo adaptar esas experiencias en el currículum? Nos comentaba que podemos hacer dos o tres al año, lo que me comentas del ABP ¿Qué tan seguido es esto? ¿Cuánto necesitamos esperar para que se cumplan los objetivos?

R: Yo creo que como organizaciones, las escuelas deben planteárselo de una manera institucional hasta cierto punto y que por lo menos una vez al trimestre si exista esa posibilidad de que los docentes se puedan sumergir en un proyecto. Hay proyectos que demoran más tiempo y hay otros que duran menos, lo ideal es que se generen dinámicas porque por ejemplo, con los adolescentes se pierde mucho el interés y es necesario diseñar esas dinámicas que mantengan despierto el interés y compromiso de los docentes y alumnos.

Yo creo que los proyectos pueden surgir desde un punto de vista práctico, lo que es cierto es que para acabar es necesario hacernos una pregunta antes de hacer un proyecto porque muchas veces como docentes nos emocionamos, ¿Qué quiero conseguir con esto?

P: Los docentes no necesitan que les expliquen las razones para el cambio y eso es algo que hemos visto muchas veces en la comunidad, todos tienen esa energía de hacer cosas, lo que precisan son las herramientas para llevarlo a cabo. Hablando del ABP, en tu experiencia y en el estado actual de las cosas ¿Qué otras herramientas crees relevantes en el estado actual?

R: Bueno, yo no creo que el ABP sea una herramienta. Yo creo que es un marco pero, para el hay que utilizar herramientas que tienen que ver por ejemplo, con lo que sabemos de ¿Cómo se aprende? Sabemos que aprendemos mejor juntos que en solitario, pues todas las herramientas que tienen que ver con el aprendizaje cooperativo, sabemos que aprendemos mejor haciendo, todas estas personas se comprometen con valores que antes eran caducos y ahora tienen un gran significado.

Existen herramientas basadas en la gamificación, la tecnología, pero la tecnología al servicio de la educación. A mí me gusta sacar herramientas que tengan que ver con ámbitos externos a la educación, es decir, ¿Qué saben las personas que trabajan con creatividad? O metodologías que trabajan con un grupo de ejecutivos, herramientas que tienen que ver con el mundo empresarial, el emprendimiento.

¿Es posible aprender sin emprender? Es decir, entender al emprendimiento como un aprendizaje y no una competitividad es muy interesante, además de que genera herramientas. Yo creo que hay una gran batería de herramientas, lo que pasa es que los docentes parece que trabajamos dentro de nuestras paredes, con la puerta cerrada y las tecnologías ‘de siempre’, entonces debemos de darnos cuenta que hay un montón de tecnologías.

Que lástima que muchos docentes o algunos docentes se sigan centrando en el papel blanco, el lapicero y en lo que te dicto.

P: ¿Tienes algún profesor que te haya inspirado y que recuerdes mucho?

R: Yo recuerdo a un profesor que daba plástica, yo le conocí en la adolescencia. Yo quería ser artista y la creatividad para mí era muy importante.

Este hombre era tan maravilloso, su aula no tenía sillas, solamente mesas, te llevaba a un salón para que te prepararas y te dejaba libremente para que te prepararás en teatro. En sus horas libres el estaba en el taller para que a quienes nos apetecía, hacíamos arcilla, acrílico, cualquier cosa que nos diera la gana.

Ser docente es generar espacios de creatividad para que las personas nos podamos hacer preguntas y además desarrollemos proyectos concretos a esas respuestas. Yo le recuerdo como un gran docente, trabajaba contenidos pero muy pocos nos dábamos cuenta.

P: Para finalizar, si pudieras cambiar algo de la educación actual ¿Qué sería?

R: Yo creo que lo que necesitamos es un cambio de mentalidad más que político e ideológico. La parte más importante que generaría un cambio actualmente sería en la manera de centrar la evaluación, pasar de un modelo de evaluación centrado en la rendición de cuentas que es como el que tenemos actualmente a un modelo basado en la evaluación formativa, es decir, algo que sirva para aprender. Sería posiblemente el cambio más importante ‘dime cómo evalúas y te diré que tipo de docente eres’.

La evaluación es quizás uno de los elementos que genera más injusticia en la educación porque tú como alumno vas a estudiar lo que sabes que yo como docente te voy a preguntar. Entonces el que tiene el poder, es quien define las preguntas.

Si consiguiéramos cambiar el concepto de evaluación para aprender de manera auténtica frente a un modelo basado en la rendición de cuentas, quizá conseguiríamos cambiar gran parte de la importancia de la educación.

Solo se aprende lo que emociona, solo se enseña lo que seduce.

Fundación Kichihua agradece mucho el tiempo que nos regaló Juan José Vergara para realizar esta entrevista y establecer un diálogo sobre la educación y todo lo que la rodea, desde retos hasta necesidades.

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