Enseñanza de ciencias sociales y humanidades

La enseñanza de ciencias sociales y humanidades puede hacerse de diversas maneras, ya sea a través de la explicación del profesor o dejando que los estudiantes resuelvan casos. Estos son ejemplos de métodos que utilizamos para alcanzar nuestros objetivos educativos. Un método o estrategia es simplemente el camino que elegimos para llegar a esos objetivos, que pueden ser el aprendizaje de conceptos, interpretaciones históricas y geográficas, el desarrollo de habilidades intelectuales y sociales, o la adquisición de valores y actitudes.

Los métodos guían cómo llevamos a cabo nuestras clases, organizando preguntas, ejercicios, explicaciones, interacciones sociales y evaluaciones de acuerdo con un plan para alcanzar nuestros objetivos educativos. Podemos clasificar estos métodos según quién está en el centro de la actividad: si es el profesor, predominan los métodos expositivos; si son los estudiantes y “se fomenta la interacción y cooperación entre ellos, dominan los métodos interactivos; si los estudiantes aprenden individualmente con materiales de autoaprendizaje, estamos ante métodos individuales, donde la interacción es con los materiales mismos” (Esquel, n.d.). Aunque estas categorías son distintas, a menudo se entrelazan, ya que en una clase expositiva también se puede fomentar la participación y la interacción, y la resolución de casos por parte de los estudiantes puede requerir alguna explicación del profesor.

Ciencias sociales y técnicas para fomentar la colaboración, el intercambio y la implicación

La orientación metodológica en la enseñanza de ciencias sociales y humanidades desde nuestro punto de vista debería tener en cuenta lo siguiente:

  • Priorizar, siempre que sea posible, el uso de estrategias que fomenten la cooperación, la interacción y la participación, incluso en aquellas clases donde la exposición del docente sea predominante, ya que estas estrategias facilitan la construcción social del conocimiento
  • Actualizar los métodos de enseñanza para que las nuevas generaciones vean las asignaturas de ciencias sociales como un espacio para desarrollar habilidades de razonamiento, cuestionamiento y crítica, utilizando casos, problemas, simulaciones, entre otros recursos
  • Presentar las ciencias sociales como un campo en constante evolución, incorporando nuevos enfoques, temas e interpretaciones. Por ejemplo, en historia, considerar el uso de fuentes primarias en el aula en al menos algunos temas del programa
  • Desarrollar habilidades propias del pensamiento social y crítico, así como habilidades sociales y de comunicación, para que los estudiantes comprendan, se posicionen y actúen en su entorno
  • Evaluar el nivel de complejidad de las tareas propuestas, considerando la cantidad de elementos involucrados
  • Considerar el tiempo y esfuerzo necesarios para la preparación de las clases, así como la dificultad de gestionarlas en el aula (tiempo, espacio, formas de agrupamiento, aplicabilidad a grupos de diferentes tamaños)

Estrategias participativas para la enseñanza de ciencias sociales y humanidades

En las clases de ciencias sociales, los profesores siguen utilizando ampliamente el método de enseñanza tradicional, donde ellos son el centro de la actividad. En este enfoque, los estudiantes participan en exposiciones del profesor, responden preguntas y realizan ejercicios para procesar la información y aplicar los conocimientos adquiridos. Estas actividades pueden variar desde la simple reproducción de lo enseñado hasta situaciones más creativas que fomentan el pensamiento crítico.

En cuanto a cómo los estudiantes aprenden en este tipo de clase, ellos pueden adquirir conocimiento por recepción, siempre y cuando cumplan ciertas condiciones:

  • Los estudiantes deben tener conocimientos previos para relacionar la nueva información con lo que ya saben, lo que requiere que hayan aprendido ciertos conceptos y procedimientos anteriormente
  • Es necesario que los estudiantes presten atención e interés, lo cual puede ser difícil en algunos contextos o para estudiantes poco motivados
  • Los estudiantes deben retener lo más importante de las explicaciones, sabiendo que la memoria a corto plazo puede perder hasta el 80% de la información en una semana
  • Se requiere que los estudiantes realicen trabajo adicional fuera de clase para sistematizar y estructurar la información recopilada, lo que es fundamental para almacenarla en la memoria semántica y darle significado a nuevos contenidos

Para qué sirve y no sirve la clase expositiva

Las clases expositivas son útiles para transmitir información compleja y síntesis que no se encuentran fácilmente en los libros de texto, como panoramas generales o estados de la cuestión sobre un tema específico. Sin embargo, aunque una buena presentación puede facilitar la comprensión y la estructuración del tema, estas clases no son las más adecuadas para desarrollar habilidades como buscar, seleccionar, organizar y presentar información, trabajar en equipo, resolver problemas reales o aplicar destrezas prácticas. Por lo tanto, es importante complementar las clases expositivas con otros métodos didácticos a lo largo del curso para promover un aprendizaje más completo y desarrollar una variedad de habilidades en los estudiantes.

Sugerencias

Las clases expositivas pueden mejorar significativamente sus resultados mediante ciertas prácticas clave. Aunque no hay una fórmula mágica, aquí se presentan algunas sugerencias útiles extraídas de un artículo de Dolors Quinquer (2004):

  1. Mantener la coherencia del tema y su conexión con el material previo
  2. Identificar y discutir las ideas previas de los estudiantes al principio de la clase
  3. Utilizar esquemas o mapas conceptuales para una presentación clara de los contenidos
  4. Introducir las ideas principales con ejemplos prácticos y luego profundizar en ellas
  5. Ofrecer ejemplos impactantes y relacionar los contenidos con la realidad
  6. Planificar la exposición en bloques de tiempo para mantener la atención
  7. Explicar de manera clara y variada utilizando recursos como el lenguaje corporal
  8. Incluir tiempo para la participación de los estudiantes y una recapitulación final
  9. Estar atento al feedback de los estudiantes para ajustar la exposición según sea necesario
  10. Utilizar recursos técnicos con moderación y evitar la sobrecarga de información

Recursos para fomentar la participación en la enseñanza de ciencias sociales y humanidades

Una forma efectiva de mantener la atención y fomentar la participación en clase es involucrar activamente a los estudiantes. En una clase expositiva, es útil utilizar recursos simples y de bajo costo en términos de preparación y gestión, así como organizar a los alumnos en parejas o grupos temporales basados en la proximidad física más que en otros criterios. Algunas sugerencias que podemos darte son:

  • Iniciar la clase con una pregunta para promover el diálogo y discutir las respuestas
  • Plantear una pregunta abierta y formar grupos pequeños para que los estudiantes expresen libremente sus ideas sobre el tema. Posteriormente, se pueden examinar, seleccionar y organizar estas ideas para luego ser compartidas con la clase y discutidas conjuntamente
  • Detener la clase en momentos en que la atención disminuye y plantear una pregunta específica relacionada con el tema explicado. Alentar la discusión entre los estudiantes antes de recoger respuestas puede mejorar la participación y el entendimiento
  • Proporcionar tiempo para que los estudiantes reflexionen en grupos sobre puntos clave de la explicación
  • Animar a los estudiantes a proporcionar ejemplos relacionados con el contenido
  • Plantear problemas o preguntas para qué los grupos discutan y lleguen a una conclusión que puedan compartir con toda la clase a través de un portavoz
  • Administrar breves cuestionarios de autoevaluación y luego discutir las respuestas como grupo
  • Al final de la clase, pedir a los estudiantes que escriban en una hoja las ideas principales discutidas, lo que facilita la síntesis y la clarificación de los puntos clave en la pizarra

Métodos interactivos basados en la cooperación entre iguales

Los métodos interactivos se definen por implicar al estudiante en la resolución de problemas, la realización de proyectos o la participación en investigaciones, con el apoyo del profesor. Estos métodos requieren que los estudiantes analicen la situación, piensen, se organicen, busquen información, trabajen en equipo y tomen decisiones. La cooperación entre estudiantes y con el profesor facilita el aprendizaje.

Entre los métodos interactivos se encuentran el método del caso, la resolución de problemas, las simulaciones, las investigaciones y los proyectos. Estos métodos comparten características como la necesidad de que las situaciones sean relevantes y desafiantes para los estudiantes, y que estos apliquen el conocimiento adquirido de manera práctica. Además, se enfatiza en la importancia de la argumentación y el trabajo en equipo en la resolución de los problemas planteados.

¿Cómo aprenden los estudiantes cuando se utilizan métodos interactivos?

Cuando se emplean en el aula casos, problemas, investigaciones y proyectos, el foco del aprendizaje radica en la participación activa de los estudiantes y en la interacción que surge entre ellos cuando colaboran en una tarea común. El término “trabajo cooperativo” va más allá de simplemente agrupar a los estudiantes; implica participar junto con otros en la realización de una tarea en común, colaborando mutuamente y recibiendo ayuda de manera recíproca.

El verdadero aprendizaje cooperativo se manifiesta cuando:

  • Un grupo funciona de manera efectiva, permitiendo la expresión de diferentes perspectivas, el contraste de ideas y la elaboración conjunta de posibles soluciones. Esto crea un entorno enriquecedor que facilita el avance y el aprendizaje, con resultados superiores a los que cada estudiante podría lograr individualmente
  • Ayudar a un compañero no solo beneficia al receptor de la ayuda, sino también al tutor. Explicar conceptos, ejemplificar y organizar conocimientos mejora la comprensión propia, las habilidades de comunicación y la capacidad para identificar posibles errores
  • La ayuda entre compañeros promueve un aprendizaje más efectivo, ya que suele implicar un lenguaje cercano y facilita la comunicación de dudas o la solicitud de aclaraciones, brindando una atención personalizada valiosa
  • Trabajar junto a alguien más experimentado puede ser beneficioso para aprender, ya que se puede observar y tomar como modelo su proceso de planificación, la consideración de diferentes aspectos y la resolución de dificultades

¿Para qué sirven los métodos interactivos en la enseñanza de ciencias sociales y humanidades?

El contenido se vuelve más relevante y práctico al presentarse en contextos reales o situaciones prácticas, lo que implica el desarrollo de habilidades necesarias para profesionales en disciplinas como la geografía o la historia.

Se fomentan habilidades críticas como la resolución de problemas, la generación de ideas, la elaboración y verificación de hipótesis, así como la toma de decisiones.

El trabajo en equipo y las habilidades interpersonales se fortalecen, incluyendo la comunicación efectiva tanto oral como escrita, la búsqueda y selección de información, y la capacidad de argumentar y utilizar un lenguaje especializado.

El ambiente en el aula tiende a ser participativo y dinámico, lo que requiere un diseño adecuado, equipos de trabajo eficientes, gestión del tiempo óptima y coherencia en los contenidos impartidos.

El papel del profesorado se centra en facilitar la construcción de conocimientos por parte de los estudiantes, mediante la creación de situaciones de aprendizaje, la gestión social del aula y el apoyo en el proceso de resolución de problemas.

Las funciones del profesorado incluyen la presentación clara de tareas, la negociación del proceso de trabajo y la organización del espacio y los materiales para el trabajo cooperativo.

El profesor/a estimula la búsqueda de diferentes enfoques para las tareas, proporciona recursos, ayuda a superar obstáculos y garantiza el éxito de todos los estudiantes.

Además, promueve el intercambio de ideas, verifica el progreso del trabajo en grupo y proporciona criterios de evaluación, asegurando que se alcancen los objetivos de aprendizaje.

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